(S.) Alta dosis de filosofía me dejaste picando cuando me dijiste de que te habías dado cuenta de que en el teatro un tema recurente es el de la soledad. Y me quedé pensando... y de lo que pensé escribí algo que no me resulta peligroso... y dice así:
Pienso que con el tiempo la soledad es algo que se une a tu organismo, comes soledad, bebes soledad, respiras soledad, vives soledad.
Es algo a lo que se le va agarrando el gusto, sin que uno se dé cuenta. Es como cuando dejás la puerta sin llave para que golpee y sientas de que no estás solo... es como mentirse a uno mismo. Pero es una mentira corta porque a su vez deja que uno se sumerja en los territorios del autoconocimiento, que hace que nos encontremos con nosotros mismos -la soledad permite encuentros!-, para valorar a los demás, entonces se convierte en un espejo, que no miente.
La soledad es una especie de compañera, la compañera del miedo, de los futuros inciertos, del camino, de la búsqueda. Y si hay búsqueda es porque hay que encontrar algo, algo que llene el vacío que lo que nos rodea no logra llenar (será porque lo que se tiene que llenar es un pozo muy profundo?).
Hasta aquí lo que me animé a postear para no alborotar a los transeúntes de este blog.