"DEDICADO a los pecados de la juventud, al desorden de principios como medio en la universal era del universal desencanto y a la absoluta rebelión frente a la totalidad de la simpleza, así como a la libertad en sí misma..."Alfred Jarry

samedi, novembre 04, 2006


Guarda que no tiene fecha de vencimiento...


El fin de semana pasado, cuando, en un supermercado chino, compramos unos panes de hamburguesa, me surgió una duda al respecto de las fechas de vencimiento y fue que si de veras sería aplicable ese mismo concepto en otras áreas como el amor. No hace mucho tiempo, un amigo, se preguntaba si "tenía fecha de vencimiento", ya que sus relaciones no prosperaban más allá de los 2 años (reloj). Y visto desde el lado de los hechos, parecía un pronóstico bastante acertado, pero lamento deciros que si lo pensamos un poco esto no es así.
Por un lado, nuestra sociedad se interesa más por los fines que por los procesos, es decir por los tiempos transcurridos que por lo que transcurrió en ellos. Contamos cuantos meses, días, años, lustros, etc. llevamos junto a otra persona, como para establecer un ránking de duración, o mejor dicho de perduración, pero no contamos cuantas veces reimos, lloramos, nos enojamos, nos amamos.
Por otra parte, esperamos que, de algun misterioso país venga un gurú espiritual a extendernos una mano para salir del pozo de la soledad y que de una vez nos "enseñe a amar"(a Jebús o hasta incluso a nosotros mismos). Ocurre que, en una cultura de consumo como la nuestra, partidaria de los productos al estilo "paty listo", las soluciones rápidas del "llame ya", la satisfacción instantánea, los resultados que no requieran esfuerzos prolongados, las recetas infalibles, los seguros contra todo riesgo y las garantías de devolución del dinero, la promesa de aprender el arte de amar es la promesa (falsa, engañosa, pero inspiradora del profundo deseo de que resulte verdadera) de lograr "experiencia en el amor" como si se tratara de cualquier otra mercancía. Seduce y atrae con su ostentación de esas características porque supone deseo sin espera, esfuerzo sin sudor y resultados sin esfuerzo.
Así que no es que el amor tenga una fecha de vencimiento, sino que estamos acostumbrados a ver pasar el tiempo esperando un final o esperando una crisis que lo ponga a prueba, con la esperanza de que la próxima vuelta, dejemos de esperar y comencemos a amar lo que creíamos que nunca antes.

Dedicado a mi amigo "apanicado" por las fechas de vencimiento, y a mi amor que alguna vez habló de la crisis de los 7.

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