"DEDICADO a los pecados de la juventud, al desorden de principios como medio en la universal era del universal desencanto y a la absoluta rebelión frente a la totalidad de la simpleza, así como a la libertad en sí misma..."Alfred Jarry

mercredi, mai 02, 2007

HAY PATA... (Del suplemento Radar de Página/12 directo a su mesa)
Miles de mujeres japonesas –de las ricas, y otras con aspiraciones— han caído en las redes de un mismo fraude comercial: les vendieron corderito por poodle. No sólo eso: las ovejitas que les encajaron se hicieron pasar por un tipo especial y presuntamente muy selecto de perrito lanudo. Los bichos fueron importados en grandes cantidades del Reino Unido y Australia y puestos a la venta como “la mascota de moda que nadie suficientemente cool puede dejar de tener”, a través de una compañía en internet. Pero la trampa quedó al descubierto cuando la estrella Maiko Kawakami se quejó en un talk show televisivo de que su nueva perrita no ladraba y se negaba a comer alimento para perros. Al mostrar las orgullosas fotos que llevaba encima, la desasnaron al aire, indicándole el perro que le habían metido, o mejor dicho, que no le habían metido. Fue a partir de semejante humillación pública que cientos de mujeres se pusieron en contacto con la policía para contar que ellas también habían comprado corderitos totalmente engañadas. Pero si el truco funcionó, intentaron explicarle al mundo algunos medios locales, no es porque las mujeres niponas y ricas compartan algún tipo de deficiencia mental, sino porque las ovejas son raras en Japón, y es mucha la gente que ni siquiera sabe bien qué aspecto tienen. El costo de los supuestos cachorros de pedigree era el equivalente a unos 1000 dólares. Mucho más de lo que van a sacar en lana.