"DEDICADO a los pecados de la juventud, al desorden de principios como medio en la universal era del universal desencanto y a la absoluta rebelión frente a la totalidad de la simpleza, así como a la libertad en sí misma..."Alfred Jarry

mercredi, mai 02, 2007

A medida que pasan las horas, las agujas de un reloj cruel van marcando el pulso de las lágrimas que corroen una mejilla abandonada.



La piel, solitaria, busca refugio en el calor de aquella gota que desliza sobre ella y cuyo principio se encuentró, alguna vez, en un ojo de mirada vacía.


Ojo, que alberga, a veces, un corazón libre, que no sabe lo que guía pero que necesita un destino, el cual parece cada vez más cercano pero de tanto en tanto se le torna inalcanzable.


Su deseo precede a la razón, a aquella lágrima que brota sin saber a dónde va. Sin saber que morirá en un mar junto a otras tantas que, como ella, no saben por qué salieron a pasear.